''Berto se levantó de la cama, viendo el amanecer, con la canción de Camela en la radio a todo volumen. Se acercó a la ventana, cansado, sin ánimos, y divisó a esas tres chicas, con un bote de nata en la mano, y esa mirada de asesinas Rumanas. Él lo sabía, él no quería, cerró su ventana, no sin antes hacerles un corte de manga, ellas; defraudadas.
Se gritaban entre ellas, echándose las culpas, sin tener nada en cuenta. Romero salió de nuevo a causa del escándalo, y respondió gritando, y ellas respondieron igual.
Todo acabó en una violación repostera instantánea.''
Al fin y al cabo, Berto se dejó.
miércoles, 5 de noviembre de 2008
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3 comentarios:
Jajaja Muy bueno Pinito molan tus relatitos sigue así! Os adoro féminas!
plas plas plas *parasiempre se quita el sombrero*
Qué caña!
seguid así féminas!
esperando el 2º relato =P
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