Corrígeme si me equivoco

¡Hola! Bueno tengo una noticia de Berto. Ahora escribe para el diario Público. Su sección se llama ''Corrígeme si me equivoco''. Podreis leerle cada lunes. Os dejo la primero columna que escribió:

ANSIA

01/12/08

"Y Obama ¿qué? ¿hace algo ya o qué?” Ya he tenido ocasión de oír esta frase de boca de un ser humano. “Pero si aún no ha tomado posesión del cargo”, respondí, “que no lo hará hasta el 20 de enero” (este último dato no lo dije, lo he buscado ahora en Google para documentarme. Primer resultado, cuidado). No he contrastado nada, soy un columnista del siglo XXI). Imagino a Obama metafóricamente sentado ante un plato de caca del tamaño del tercer planeta del sistema solar, armado únicamente con un cucharón, y se me antoja que una indigestión es contraproducente. Estoy hablando de lo que yo llamo la puñetera ansia, quizá nuestra característica social más remarcable. Tragamos sin masticar, digerimos a toda castaña y ¡sorpresa! nos encontramos cadáveres moribundos a medio deglutir entre nuestras deposiciones. Consecuencia a nivel personal, que al in y al cabo es lo que interesa: el traumático y abrupto paso de la esperanza a la decepción nos tiñe los polos emocionales opuestos y sólo nos alcanza para sentir una especie de esperanzada decepción, o una decepcionada esperanza. Pasa los ojos alternativamente del negro al blanco a toda velocidad: obtienes gris. Todo es demasiado rápido: los coitos, las relaciones, el despido, la comida. Bueno, todo no, aún queda una esperanza: las películas tienden a durar cada vez más de dos horas porque al director le falta tiempo para plasmar su visión. Lástima que a mí, a partir de la hora y media, me salte el protector de pantalla de los sesos. Decía mi abuela, que en la tranquilidad descanse, que la paciencia es la madre de la ciencia. No me interesa ahora la segunda parte del dicho. Me quedo con la primera: la paciencia es madre. Porque, si es madre, merece un respeto.