domingo, 19 de abril de 2009

Entrevistas

''Andreu es el tío de todos''
Colaborador fijo en el programa ‘Buenafuente’ (La Sexta), donde comenta en su sección ‘Bertovisión’ la actualidad y la prensa diaria con un humor sencillo y natural.


JAVIER SALAS - Madrid - 21/12/2007 14:21
Público.es

Berto Romero (Cardona, 1974) es el último ejemplo de secundario de lujo que crece y crece bajo el ala protectora de un grande hasta lograr tal notoriedad dentro del programa que se hace imprescindible. En su caso, Buenafuente, es el propio Andreu quien lo reconoce en su blog: “No me imagino este programa sin ellos. No podría ser. Berto significa un montón de cosas y es de los mejores humoristas que he conocido”.

En el programa decís que Andreu y tú sois tío y sobrino. ¿De verdad os unen lazos de parentesco?
No, no somos familia, de ninguna manera. Bueno, los dos tenemos ancestros murcianos, así que igual en algún punto sí que emparentamos.

¿A quién se le ocurre ese juego?
Se me ocurrió a mí. Buscábamos una excusa para justificar mi aparición en el programa que fuera más allá de “un humorista que he conocido”. Como en realidad, entre Andreu y yo hay más cosas que nos unen de las que nos separan, era la mejor forma de hacer de un defecto una virtud, fingiendo que soy un aspirante que sigue sus pasos. Su edad, diez años mayor, lo ha convertido en una figura paterna para mí. De hecho, ya es un referente para todos los catalanes, que le disfrutamos desde hace más tiempo, pero también para toda España, que le ha convertido en el tío de todos, por su simpatía y naturalidad.

Pero sí que compartís genes humorísticos.
Se puede explicitar así, porque tenemos un modo de hacer humor muy similar, tranquilo y poco afectado. Algo en lo que conectamos muchísimo es en enseñar, sin más, lo que hay. Además, en mi papel de jugar a remarcar los errores, si me equivoco es mucho mejor, más risa.

¿Y cómo es vuestra relación?
Perfecta, me deja una gran libertad para hacer cosas. Y da mucho juego la estructura humorística de tío-sobrino, porque la cercanía fingida del rollo familiar permite pasar del cariño a la bronca más fácilmente.

No paras de crecer en el show, vas a terminar fagocitándolo.
No me veo desde fuera, la verdad, ni sé qué sensación está dando. La ventaja de Buenafuente y su equipo es que dan alas a la gente. Te dejan crecer, y eso te hace sentir muy cómodo. Por ejemplo, la edición del programa que me dejaron presentar.

¿Cómo fue ese relevo puntual?
Andreu iba a estar en Madrid y me lo propuso. Fue una gran sorpresa, pero no es más que una manera de normalizar las cosas, algo muy habitual en los late-shows de los EEUU: cuando falla el primer espada, un colaborador toma el timón del barco. Fue todo un reto que nos hizo mucha ilusión, y creo que superamos la prueba.

Días antes habías hecho un gag en el que le mostrabas a Andreu que podías llevar el programa y zanjarlo en sólo cuatro minutos, ¿te estás preparando para robarle el show?
No, no es ningún plan maestro (risas). Nunca me he propuesto nada de antemano. Una constante en mi vida es que las cosas me vayan ocurriendo por casualidad.

¿También lo de la televisión?
Sí, me gustaría. Si me ofrecieran un proyecto en el que sentirme cómodo, lo cogería con muchas ganas, pero no es el objetivo final. De momento, aquí estoy muy bien.

Antes hacías teatro y radio, ¿qué tal ha sido la transición?
Sorprendentemente plácida. Empecé a hacer teatro en el 98, porque estábamos aburridos en el pueblo y decidimos montar un grupo. Después, lo de la radio también surgió de forma inesperada. Allí fue donde nos escuchó Buenafuente, le gustamos, y decidió pedirle al Terrat que nos siguiera la pista. Puso en contacto a su productora con la nuestra, El Cansancio, hasta que un día vino a ver uno de mis monólogos al teatro. Y me propuso colaborar con él. Si me vienen a buscar, será por algo (risas).

¿Cómo construyes tu sección? ¿Te ayudan los guionistas del programa, hay sugerencias por parte de Andreu?
La hago yo solo. El objetivo es encontrar algo que permita darle un desarrollo cómico posterior. Sí que me llegan muchas propuestas de los guionistas de Buenafuente, sobre todo cosas que les han llamado la atención pero no han podido incluir en su trabajo. Ocurre que a veces no funciona porque la foto que ya de por sí es graciosa me deja sin elementos que comentar. Prefiero otras en las que la gracia no sea tan evidente y yo pueda darle una vuelta, llamando la atención sobre un segundo plano. Eso es lo que más me gusta y también lo que más me cuesta encontrar: empleo unas dos o tres horas diarias.

¿Y cuando no encuentras nada?
Eso pasa de vez en cuando. Mi táctica habitual es la de comenzar buscando cosas en toda la prensa diaria. Si no encuentro nada, empiezo con las revistas del corazón, que siempre me salvan. El siguiente recurso ya es el de tirar de correos electrónicos que me mandan, de vídeos de Internet y cosas de esas. Si aun así todo falla, ideo elementos más teatrales para jugar en el plató con Andreu.



Es una entrevista un poco antigua (finales de 2007) pero la encontré por la red y me pareció interesante. Habla bastante sobre la relación afectiva que mantiene con su tío ''postizo'' y algunos puntos interesantes esparcidos en la entreivsta.

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